sábado, 28 de septiembre de 2024

Ardi - a 30 años de su descubrimiento



Corría el año 1974 cuando un equipo de paleontólogos realizó un descubrimiento que cambiaría la comprensión del ser humano y su evolución. Era el 24 de noviembre de 1974 cuando, a 159 km de la capital de Etiopía, Adís Abeba, se encontraron los restos de Lucy, un ejemplar de la especie Australopithecus afarensis.

Gracias al esqueleto que se pudo reconstruir se descubrió que esta especie podía andar sobre dos patas y también era capaz de trepar. Tenía dos métodos de locomoción”.  Este descubrimiento fue uno de los hitos más importantes en el campo de la evolución humana, situando a nuestros ancestros hace uso 3,2 millones de años.  Pero también surgieron otras preguntas  ¿qué sucedió antes de Lucy y cómo comenzó el andar bípedo? Después de Lucy, durante dos décadas el registro fósil de aquellos antepasados con más de 4 millones de años permaneció casi en blanco.   Hasta que en el año 1992, en otra parte de la depresión de Afar conocida como Awash Medio, un equipo estadounidense etíope con sede en la Universidad de California en Berkeley recogió las primeras piezas de una especie primitiva más de un millón de años antes que Lucy.  Los primeros hallazgos incluyeron dientes caninos en forma de diamante, los cuales marcaron que estas criaturas eran miembros primitivos de la familia humana.  

En 1994, el equipo de Awash Medio halló un esqueleto de 4,4 millones de años de una especie llamada Ardipithecus ramidus.  El paleoantropólogo etíope Yohannes Haile-Selassie siendo estudiante de postgrado, encontró un hueso de la mano roto, lo que desencadenó una búsqueda intensiva y el descubrimiento de más de 125 piezas de una hembra antigua que medía aproximadamente 1,2 metros de altura y tenía un cerebro del tamaño de un pomelo de unos 300 centímetros cúbicos.  Este esqueleto, apodado Ardi, conservaba muchas partes que le faltaban a Lucy incluidas las manos, pies y cráneo y era 1,2 millones de años más antiguo.

Los investigadores terminaron encontrando más de 100 partes de otros individuos de la misma especie. Poco después de que el esqueleto de Ardi fuese llevado al laboratorio, el paleoantropólogo Tim White hizo un descubrimiento impactante: el dedo gordo del pie de Ardi indicaba que tenía la capacidad de trepar árboles.  

Esta revelación llegó junto con otras aparentemente contradictorias, por ejemplo, que los otros cuatro dedos de Ardi mostraban una anatomía similar a la de los bípedos erguidos. Otros hallazgos sumaron a la idea de que Ardi tenía una locomoción híbrida; es decir, trepaba árboles, pero también caminaba erguida, al igual que Lucy.   Aunque muy dañada, la pelvis de Ardi mostraba inserciones musculares exclusivas de los bípedos, junto con otra anatomía típica de los simios arbóreos. 

Fue así que Ardi desafió las predicciones imperantes de múltiples formas. Al momento de su descubrimiento, la biología molecular había acumulado pruebas convincentes de que los humanos estaban estrecha y recientemente relacionados con los chimpancés. En ese entonces, los científicos estimaban que la divergencia de ambos linajes había ocurrido hacía tan solo 5 millones de años, y gracias a Ardi la mayoría ahora piensa que la división ocurrió mucho antes.

En nuestro viaje de hoy nuestra máquina del tiempo nos lleva hasta el cuerno de África hace unos 4,4 millones de años donde veremos de cerca a Ardi, que fuera descrita hace 30 años un 22 de setiembre de 1994, en la revista Nature y que sabemos hoy que ella y sus congéneres resultan ser parte de nuestra línea evolutiva y por tanto parientes nuestros.

Música del capítulo

Paleowolf - Global Migrations
Music For - AFRICAN DRUM MUSIC  Tribal Beats - Shaman Dance - Unleash your Primal Self
Music For - INDIAN FLUTE MUSIC - Pure Positive Vibes - Relaxing Background Music ॐ
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Enlaces

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