jueves, 31 de diciembre de 2020

Los sesgos cognitivos y nuestra mente

Son muchos, y muy importantes, los problemas que aquejan en la actualidad a nuestra sociedad y que se encuentran directamente relacionados con las vulnerabilidades de la mente humana, los cuales al fin al nos entregan una interpretación errónea de la realidad. Esto se vuelve esencial cuando nos toca enfrentar problemas serios y que para nada deben asumirse de manera despreocupada, especialmente aquellos relacionados con la salud pública o la sobrevivencia.  Ejemplos como el movimiento antivacunas, el abuso de los antibióticos y la exaltación de las pseudociencias, son algunos ejemplos. En otros ámbitos tenemos el negacionismo del cambio climático o la desinformación y desestabilización política a través de las redes sociales. Todos estos fenómenos tienen una cosa en común: se nutren de los sesgos y errores de nuestro aparato cognitivo.

Nuestra mente se constituye en una herramienta evolutiva, la cual nos permite continuamente dar forma definida al mundo y congruente con nuestra realidad, sin embargo debemos recordar que vivimos rodeados de información incierta y parcial, la cual debemos organizar, en función del conocimiento propio, nuestros valores y hasta la intuición, con la finalidad de predecir lo mejor posible el mundo que nos vamos encontrando y de esta manera poder adaptarnos a él. Puede que la forma en la que editamos los recuerdos esté sesgada por nuestras preferencias, o nuestras decisiones estén también sesgadas por nuestras creencias o convicciones. Así pues, comprender cómo funcionan estos errores de la mente se convierte en algo absolutamente necesario para poder combatir muchos de los problemas que afectan a la sociedad moderna.

Los sesgos cognitivos son errores sistemáticos que cometemos todos, en nuestros razonamientos, nuestra atención, la memoria, la percepción del mundo y la manera de dar sentido a lo que nos rodea. Nuestra manera de aprender, de buscar información, de recordar y de editar los recuerdos está también sujeta a sesgos cognitivos.  Pero estos errores de la mente no son aleatorios, sino que son bastante predecibles. Dichos sesgos pueden ser provocados en el laboratorio de manera controlada para fines científicos,  pero también pueden provocarlos las empresas de publicidad, las redes sociales y las grandes plataformas de Internet a través de sus algoritmos de inteligencia artificial, que a menudo son diseñados con el propósito de sacar provecho de estos sesgos. Las consecuencias en este último caso para los usuarios pueden ser graves.

De manera que estos sesgos cognitivos, son errores mentales que cometemos todos y que se pueden predecir, dado que en todos nosotros ocurren en las mismas situaciones y funcionan de la misma manera y en la misma dirección. Tal y como dice el refrán: todos tropezamos con la misma piedra. Una y otra vez.  Nuestra mente «nos engaña» porque es fruto de muchos años de evolución y adaptación en un ambiente muy distinto al que plantea la vida moderna. Una respuesta que en el mundo de las cavernas resultaba ventajosa puede que en el mundo actual sea poco adecuada, por lo que nos conduce a cometer fallos.

La ciencia es una actividad creativa cuyo fin es la obtención de conocimientos sobre todos los aspectos de la naturaleza y sus mecanismos, mediante la observación y la experimentación, para lograr un análisis objetivo de la realidad.  En esta definición está implícito que una conducta científica ética tiene como valor central la honestidad intelectual para planear, realizar y analizar la investigación de la manera más objetiva posible, buscando no confirmar la hipótesis planteada sino contestar a la pregunta que la hipótesis genera, sea en el sentido positivo o negativo.  Un científico que no sigue esta regla fundamental, por la razón que sea, incurre en una conducta no solo equivocada sino claramente fraudulenta, ya que antepone la subjetividad a la objetividad.

De esta manera si bien en las bases filosóficas se plantea que la ciencia es el conocimiento cierto, también existe ciencia que no se ha producido de manera objetiva, libre de sesgos o que sea completamente cierta.  Este tipo de conocimientos en conjunción con la manera en que funciona una mente sesgada, y más modernamente el hecho o creencia popular y errónea, de asumir que la libertad de expresión consiste en decir todo lo que se cree, por no decir que se piensa, en el contexto de la conectividad global y las redes sociales. Nuestra sociedad moderna vive inmersa en una infodemia, término utilizado por la OMS para referirse a la desinformación global.  En el capítulo de hoy vamos a revisar como y cuando ocurren estos errores en nuestro aparato cognitivo y además como esto sumado a los errores que comenten los científicos a la hora de hacer ciencia, han llevado a nuestra sociedad a lo que denomino particular mente la era de la estupidez colectiva, una era llanea de bulos, desinformación, conspiraciones y paranoia.  

Música del episodio

Steve Morse - Joy to the World
Las Guitarras Del Pacífico - El Tamborilero
Queens Of The Stone Age  - If I Had A Tail - 8 bit
Queens Of The Stone Age - No One Knows

Links

Fanelli D (2009) How Many Scientists Fabricate and Falsify Research? A Systematic Review and Meta-Analysis of Survey Data. PLoS ONE 4(5):
   
Matute H.  2019.  Ilusiones y sesgos cognitivos. Investigación y ciencia. N 518.  Noviembre 2019.  disponible en:

Pennycook, G. y Rand, D. (2018). “Lazy, not biased: Susceptibility to partisian fake news is better explained by lack of reasoning tan by motivated reasoning”. Cognition. Disponible en: 

Rodríguez Pérez, C. (2020). No diga fake news, di desinformación: una revisión sobre el fenómeno de las noticias falsas y sus implicaciones. Comunicación, (40), 65 - 74. https://doi.org/10.18566/comunica.n40.a05
 
Sanz Blasco, R., & Carro de Francisco, C. (2019). Susceptibilidad cognitiva a las falsas informaciones. Historia Y Comunicación Social, 24(2), 521-531.
 

domingo, 6 de diciembre de 2020

La evolución de las especies




Cuando se observa la naturaleza, lo primero que resalta de esta a nuestros ojos son las entidades biológicas independientes, eso que llamamos especies.  En la naturaleza los seres vivos muestran una amplia capacidad para ser diferentes, es decir muestran una gran diversidad.  Por ello medir de forma objetiva las diferencias entre los seres vivos resulta mucho más complejo de lo que se piensa, pues la variabilidad se puede manifestar en diferentes niveles. 

Ante esto, surge una pregunta sencilla que en la práctica ha demostrado ser bastante compleja ¿Qué son las especies?, ¿Cuáles son los criterios a considerar para diferenciar una especie de otra?.  Por eso es importante aclarar que en biología el término especie tiene significados distintos y aunque están relacionados, varían según el punto de vista de los biólogos y el objetivo para utilizarlos. Por un lado, el concepto refiere a un conjunto de organismos agrupados según criterios humanos, por otro lado, resulta de entidad biológica observable en la naturaleza, cuya existencia es real e independiente del observador.

No siempre se deben definir a las especies, a partir de la similitud entre individuos, porque se podría cometer el error de podrían considerar como especies distintas a individuos de una misma especie, cuyos machos y hembras son morfológicamente diferentes.  Por esto se han propuesto otros conceptos más generales, principalmente se consideran dos:  El Concepto Biológico, el cual considera que las especies son grupos similares de organismos que se entrecruzan entre sí, dejando descendencia fértil; mientras que el Concepto Filogenético considera que las especies son conjuntos de organismos con una misma historia evolutiva común. 

Sin embargo los conceptos anteriores presentan falencias, por lo cual los biólogos que se encargan de la clasificación de los organismos o taxónomos, se enfocan en determinar si los individuos que presentan una morfología similar entre sí y que al mismo tiempo distinta de otras entidades específicas previamente conocidas son realmente diferentes. Siempre hay que considerar además aspectos como la presencia del dimorfismo sexual, la ocurrencia de variación morfológica a lo largo del ciclo de vida y el grado de variación morfológica entre los distintos individuos de una población. De esta manera se busca evitar cometer errores derivados del uso de criterios puramente morfológicos.

Además de estos criterios se debe hacer uso de otro tipo de información como es la información ecológica, la distribución geográfica y la separación espacial, temporal y reproductiva mente de otros grupos similares. En los últimos años el desarrollo de la tecnología del ADN, ha permitido incorporar a estos análisis los estudios de tipo molecular, con el fin de reflejar las distancias genéticas entre los grupos, las cuales permiten casi de forma concluyente proponer con seguridad que los organismos constituyen un linaje evolutivo independiente, es decir, que son una especie plena.

El tema de la evolución de las especies siempre inicia por el establecimiento del concepto de especie, el asunto de definir las especies no resulta nunca sencillo, pero además hay que referir a que mucha de la problemática sobre este tema se circunscribe a las especies y los grupos que conviven en el mismo periodo de tiempo, y el tema resulta aún más complejo cuando se debe aplicar el concepto de especie a lo largo de la línea temporal.

Charles Darwin en su teoría de la evolución por selección natural hace referencia a que en el registro fósil se puede observar que en la línea de tiempo histórica de los grupos, se van presentando una serie de cambios que se van acumulando a lo largo del tiempo, y que este fenómeno es lo que lleva finalmente a la aparición de nuevas especies a partir de un grupo ancestral, es decir que las especies antiguas, se transforman en especies nuevas.  Sobre la manera en que se producen estos cambios ya hemos conversado anteriormente en este Podcast, en el capítulo dedicado a Stephen Jay Gould y a Albert Rusell Wallace.

Hoy más que en el mecanismo, nos vamos a centrar en todos aquellos aspectos que se deben considerar para entender este fenómeno evolutivo de transformación de un grupo en otro, para tratar de entender como opera la evolución y a la vez entender algunos de los aspectos que resultan polémicos cuando se aplica en el linaje humano, tema del cual vamos a dedicar una serie de capítulos futuros en este podcast.  

Además de la selección natural, el proceso de la evolución se fundamenta en otros mecanismos que se suman y acumulan, entre ellos figuran, la mutación, la migración y la deriva génica, todos circunscritos en un contexto ambiental, geológico y climático.  Hoy además de explicar la influencia de estos aspectos en el fenómeno evolutivo, vamos a tratar de definir el concepto de adaptación, el cual casi siempre se utiliza fuera de contexto y no se entiende la manera que la misma ocurre o el cómo influye en las transformaciones de las especies ancestrales hacia especies mas modernas.

Hoy en nuestro viaje por la ciencia, una discusión sobre todo este asunto nos va a permitir entender cómo se aplica la evolución al concepto de especie, concretamente en el tema concreto del linaje humano, con ello podremos entender parte de la discusión que existe sobre la linea directa que conduce desde un ancestro común hasta nuestra especie con la definición en ese camino evolutivo de especies y grupos hermanos.

Música del capítulo

Manatees - Seventeen And A Half Years
Ennio Morricone -  Al Messico Che Vorrei
8 Bit Universe - Spirit In The Sky 
W.A.S.P. - The Idol

Referencias

Hybridization, ecological races and the nature of species: empirical evidence for the ease of speciation.  James Mallet. Disponible en:

UDNY YULE. 1902. MENDEL'S LAWS AND THEIR PROBABLE RELATIONS TO INTRA-RACIAL HEREDITY.   New Phytologist. 1 (10): 226–227.  Disponible en:

Kimura, Motoo (1968). «Evolutionary rate at the molecular level» Nature 217 (5129): 624-626.
Disponible en: 

J.H. Gillespie, "Molecular evolution over the mutational landscape," Evolution 38 (1984): 1116-1129.  Disponible en:

Laland KN, Odling-Smee J, Feldman MW. Cultural niche construction and human evolution. J Evol Biol. 2001 Jan 8;14(1):22-33. Disponible en:

Hardy, G. H. (1908). "Mendelian proportions in a mixed population". Science 28: 49–50.
Disponible en: