lunes, 18 de enero de 2021

Fraudes famosos en la ciencia




Ha habido ocasiones en las que numerosos y diversos investigadores han recurrido a la distorsión de sus resultados, esto muchas veces se debe a a la presión por destacar en el medio científico pero no es la única causa.  En el capítulo anterior discutimos sobre la idea de la deshonestidad en la ciencia, y precisamente resulta extraño dudar de la integridad de los colegas. Si ben es cierto que existen científicos que resultan locos, extravagantes, simples, alucinados e inclusive hasta idiotas, pero realmente resulta desconcertante que falten a la verdad de forma consciente. 

En el capítulo anterior, también conversamos sobre lo errores en la ciencia, y tratamos de entender los  diferentes tipos de sesgos y sus mecanismos operando a nivel cognitivo y que algunos de éstos tienen una explicación aceptable a nivel evoluti vo, también se abordaron los errores en el sistema que se aplica en la ciencia, pero también introdujimos el fraude, las malas prácticas y la ciencia patológica.  Todo esto nos servirá para tratar de entender lo que pudo haber detrás de algunos de los más sonados fraudes y engaños que se han cometido, especialmente en el tema de la paleontología y la biología.

El matemático y divulgador científico de origen polaco Jacob Bronowski, señalaba que la ciencia genera valores éticos y sociales como la honestidad, la humildad y la necesidad de cooperación e intercambio social. Por eso es que resulta difícil aceptar que se producen fraudes en la ciencia, dado que la búsqueda del conocimiento es una de las actividades humanas más desinteresadas y filantrópicas que existe, sin embargo, a veces, los sabios también engañan. Encontrar algunas manzanas podridas en el cesto del fruto del saber en nuestra época es indudablemente un toque de alarma, porque despierta la sospecha de que el fenómeno de putrefacción pudiera extenderse y minar así la sólida estructura de la credibilidad científica.

El quehacer científico es arduo pero a la vez altamente gratificante y sólo deben ejercerlo quienes encuentra en el su verdadera vocación y sus razones para vivir. A diferencia de la política, ser investigador no consiste en tener una elegante investidura con el objetivo para deslumbrar a la sociedad; es por el contrario, una actitud interna de creatividad, honestidad y humildad, parafraseando a Sócrates, saber que poco o nada se sabe, por lo tanto, si el científico busca la verdad, resulta una paradoja suponer que en el ámbito de su labor existiera un intento de falsearla.  Inventar una "verdad" que a priori se sabe que es falsa sería tanto como traicionarse a sí mismo. Sería, en otras palabras, una forma de pretender buscar la explicación de los fenómenos naturales por la vía de la mentira.

Por su propia estructura, la ciencia cuenta con una serie de mecanismos que podríamos calificar como “de seguridad”, que fueron diseñados con la finalidad de garantizen una vida corta a cualquier mentira: el espíritu crítico y la incredulidad propia de los científicos, que si no son congénitas se adquieren rápidamente por deformación profesional: la tradición de no aceptar nuevos hechos y/o teorías hasta que no han sido puestas a prueba en laboratorios distintos al de su origen, preferiblemente con métodos diferentes; la capacidad analítica de los miembros de los comités editoriales de las buenas revistas científicas, quienes celosamente cuidan que lo que finalmente se publica tenga buenas probabilidades de ser verdadero; la vigilancia no intencionada pero muy eficiente resultante de la naturaleza abierta del trabajo científico; que casi siempre se realiza a la vista de todo el mundo.

Aunque por lo general terminan descubiertos, muchas veces con prontitud, tanto los errores como las mentiras pueden llegar a escapar de los mecanismos de control e incluso llegar tener una larga vida en la ciencia. La falta o la incorrecta utilización de un método científico, el respeto a los principios religiosos, el temor a contradecir a una eminencia e incluso la misma ignorancia han provocado que muchas aberraciones científicas intencionadas o no se hayan mantenido durante mucho tiempo.  

Hoy vamos a ver algunos ejemplos concretos de este fenómeno y que golpearon las altas esferas de la ciencia, llegando hasta el pueblo con efectos que a la fecha aun resultan mas importantes que haber expuesto el fraude, como ocurre con el caso del exmédico británico Andrew Wakefield y el movimiento antivacunas, las ideas erróneas planteadas por este nefasto personaje hacia finales del siglo pasado a pesar de que se comprobó por mas de 1000 estudios científicos que eran un fraude descarado llegan hasta hoy con mucha más fuerza que el mismo esfuerzo realizado para ponerlo en evidencia.

Nuestra máquina del tiempo nos lleva a recorrer distintos lugares por todo el globo, con la finalidad de echar un vistazo a algunos de los descubrimientos científicos en el área de la paleontología que resultaron un fraude…

Música del capítulo

SKYDRIFTER - Stamatis Stabos
The Demise of Barbara and the Return of Joe - Ennio Morricone
8 Bit Universe - The Mandalorian 

Enlaces

El fraude del Eoanthropus cumple un siglo, con todas sus incógnitas

Schulz P., Katime I.  2003.  LOS FRAUDES CIENTIFICOS.  Revista Iberoamericana de Polímeros.  Volumen 4(2).  disponible en:  

De Groote I et al. 2016 New genetic and morphological evidence suggests a single hoaxer created ‘Piltdown man’. R. Soc. open sci. 3: 160328. disponible en: