miércoles, 1 de junio de 2022

Criptozoologia – analizando sus fundamentos

Los animales han fascinado a los seres humanos desde los albores mismos de la civilización. Son amados, temidos, codiciados, odiados, han acompañado en numerosa cantidad de mitos, rituales y narraciones. Durante la Edad Media, cada especie animal se creía que tenía un lugar y una función en el cosmos. Los bestiarios medievales resumían las características más relevantes de los animales, tanto reales como fantásticos.  Sin embargo con la llegada de la ciencia moderna muchas de sus ideas permearon el imaginario de los zoólogos y con el tiempo se fueron perdiendo las visiones humanas y muchas criaturas que antes poblaban los bestiarios comenzaron a desaparecer de nuestro mundo para pasar a ser temas exclusivos de la literatura fantástica y la posteriormente la ciencia ficción.

Hacia finales del siglo XIX el zoólogo neerlandés Anthon Cornelis Oudemans publicaba un estudio sobre “la gran serpiente marina”, obra que intentaba establecer una explicación científica a los múltiples, variados y antiguos informes de monstruos marinos, a lo largo de la historia, Oudemans eliminaba los engaños obvios o los errores honestos y luego, a partir de docenas de avistamientos legítimos, estableció una serie de conclusiones sobre la fisiología de la serpiente marina, la distribución geográfica y otros aspectos de su biología.  Este trabajo, a pesar de las críticas, se constituye años mas tarde en la semilla de una nueva disciplina, la criptozoología; la cual puede ser entendida a partir de su definición como el estudio de animales hipotéticos, los cuales que permanecen ocultos, es decir, criaturas de las cuales sólo se conocen indicios y cuya existencia aún no habría sido incorporada plenamente al conocimiento científico. 

A este tipo de criaturas se les suele llamar críptidos, y en la mayoría de los casos son caracterizadas como seres que forman parte exclusiva del conocimiento popular. Dicho de otro modo, los críptidos, por definición, no han sido aceptados por la comunidad científica como entidades materiales y sólo sobreviven al margen de leyendas, ideas de origen mitológico o anécdotas. Se podría decir que el estatus ontológico de esos animales es el propio de aquello que estudian las ciencias sociales y las humanidades, en tanto que la mayoría a la fecha y para la ciencia se constituyen en invenciones del ser humano plasmadas en cuentos, pinturas, piezas de música, e historias fantásticas.

A lo largo de la historia, el ser humano ha tratado de recrear situaciones y objetos que intentan demostrar la existencia de seres “ocultos”.   Esto se corresponde con esa necesidad humana de explorar nuevas emociones y canalizar energías en el canal de lo fantástico, que muchas veces, aun careciendo de evidencias acerca sólidas hace creer ciegamente en una variedad de fenómenos y entes sin indagar si las fuentes que los describen son o no confiables.  

Antes del siglo XVIII, la frontera entre lo posible y lo imposible pasaba por un lugar diferente al actual. La gente convivía sin conflictos con los monstruos del imaginario. El catálogo zoológico no sólo era laxo, sino también indefinido; abierto a recibir fantasías de todo calibre; hombres salvajes de los bosques, licántropos, vampiros, dragones, incluso brujas y fantasmas, y ninguno era objeto de cuestionamientos. Estos seres estaban entre nosotros y componían una parte de la realidad. Oculta, sí, pero tan cierta como los inmensos bosques que poblaban la Europa de aquellos días previos al Iluminismo y la modernidad derivada.  Este pensamiento aun vive en nuestra mente ya que nos acompaña desde que somos, y le toca a la ciencia moderna enseñarnos de donde provienen estas ideas.

De hecho la existencia de enormes y desconocidos animales en los umbrales del siglo XXI podría parecemos ridícula, sin embargo, en la actualidad reciente un grupo importante de animales ha sido  recientemente descubierto, entre ellos: una Tortuga mata mata en el Amazonas en 2020, un par de especies de tiburón sierra en las profundidades del Océano Índico Occidental, el  orangután de Tapanuli al sur de Sumatra y el Mono titi Zogue Zogue en la Amazonía en 2017, la rata gigante Vangunu en las Islas Salomón en 2015.  Ahora bien, justifican estos descubrimientos relativamente recientes la existencia de la criptozoología.  Los criptozoólogos nunca han descubierto un solo «críptido» ni hallado pruebas científicamente convincentes de su existencia. Los zoólogos, en cambio, encuentran cada año cientos de especies nuevas. Hoy nuestro viaje nos permitirá entender las bases que fundamentan la existencia de esta disciplina

Hoy nuestra viaje nos lleva a un recorrido por la disciplina de la criptozoología, analizando de manera objetiva sus fundamentos y las ideas aportadas por algunos de sus máximos exponentes, haciendo finalmente una evaluación de algunos hechos que fundamentan la  existencia de críptidos desde el punto de vista de la Biología moderna

Música del capítulo


Hans Zimmer - Chevaliers de Sangreal - The Davinci Code main theme.
Hans Zimmer - The Rock - The Rock main Theme
Depeche Mode - "Policy of Truth" 8-Bit Cover by BONESOLVENT
Depeche Mode – Enjoy the silence

Enlaces

Anónimo. 2009. Algunos éxitos la criptozoología. Disponible en: 

Angulo E. 2014.  El caso de Bernard Heuvelmans. Cultura científica. Consultado Mayo 2022, Disponible en: https://culturacientifica.com/2014/11/24/el-caso-de-bernard-heuvelmans/

Ayuso M. 2013. Cuando el mito se hace realidad: animales que no deberían existir pero existen. El Confidencial. Disponible en: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-08-10/cuando-el-mito-se-hace-realidad-animales-que-no-deberian-existir-pero-existen_15587/ 

Edwards CJ, Barnett R. 2015. Himalayan ‘yeti’ DNA: polar bear or DNA degradation? A comment on ‘Genetic analysis of hair samples attributed to yeti’ by Sykes et al. (2014). Proc. R. Soc. B 282: 20141712. Disponible en:

FINNEGAN, S. Dr. A. C. Oudemans. Nature 157, 326–327 (1946). https://doi.org/10.1038/157326a0 

Hart H.V. 2016. DNA AS EVIDENCE FOR THE EXISTENCE OF RELICT HOMINOIDS. The RELICT HOMINOID INQUIRY 5:8-31.  Disponible en: 

Morgado García, A., & Ritoré Ponce, J. (2018). Los monstruos marinos de Erik Pontoppidan. Traducción española de Natural History Of Norway (1755) Part II, Chapter VIII, “Concerning Certain Sea-Monsters, Or Strange And Uncommon Sea-Animals”. Trocadero. Revista Del Departamento De Historia Moderna, Contemporánea, de América y del arte, (30), 341-382. Disponible en:https://doi.org/10.25267/Trocadero.2018.i30.18 

Morrone J.J y Fortino A.  1996. La zoología de los animales fantásticos: Apuntes para un bestiario criptozoológico.  Revista Museo Vol. 2 N°8.  Pp:75-80. Disponible en:

Oudemans A.C. Jzn. 1892.  The Great Sea Serpent. Disponible en: 

Schembri E. 2011. Cryptozoology as a pseudoscience: beasts in transition. Studies by Undergraduate Researchers at Guelph. Vol. 5, No. 1, pp: 5-10 Disponible en:

Shermer, M. 2003. "Show Me the Body" in Scientific American, issue 288 (5), p. 27. Disponible en:

Soto-Roland F.J. 1998. EL UNIVERSO ONÍRICO DE LA CRIPTOZOOLOGÍA. Monstruos y animales desconocidos del imaginario occidental. El Escéptico. Vol 2. N2. Pp:42.49.
Disponible en:

Soto-Roland F.J.  CRIPTOZOOLOGÍA BUSCANDO ANIMALES QUE NUNCA EXISTIERON.Mimeografiado. P24. 

Soto-Roland F.J. 2019. DOCUMENTANDO MONSTRUOS. La televisión, los documentales criptozoológicos y la construcción del imaginario. Disponible en:

Soto-Roland F.J. 2020. EXPEDICIONES Y CRIPTOZOOLOGÍA. EL MÓKELE MBÉMBE. Disponible en:

Sykes BC, Mullis RA,Hagenmuller C, Melton TW, Sartori M. 2014. 
Genetic analysis of hair samples attributed to yeti, bigfoot and other anomalous primates. Proc. R. Soc. B 281: 20140161. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2014.0161 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario